El agresivo impulso de Universal Music Group para adquirir Downtown Music Holdings ha tocado oficialmente la fibra política de Bruselas. Mientras el regulador neerlandés de la competencia entrega el acuerdo a la Comisión Europea, una influyente voz del Parlamento Europeo alerta sobre las posibles consecuencias para el sector musical independiente europeo y el futuro de la competencia justa en los mercados de la música digital.
Aurore Lalucq, presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, ha expresado formalmente su preocupación ante la Comisión. ¿Su argumento principal? La adquisición otorgaría a Universal "un control sin precedentes sobre las rutas de comercialización y el acceso a los datos", una advertencia que se hace eco de las protestas de sellos independientes, distribuidores y organizaciones de derechos de autor de toda Europa.
¿Qué está en juego?
De aprobarse, Universal absorbería un conjunto de plataformas influyentes bajo el paraguas de Downtown: la red de distribución global FUGA, la plataforma de sellos DIY CD Baby, el centro de administración de regalías Songtrust y la plataforma de regalías Curve. Estas herramientas impulsan una gran parte de la infraestructura de la música independiente, y cederlas a una gran discográfica podría inclinar la balanza decisivamente a favor de UMG.
Más del 80% de la música nueva proviene de micro, pequeñas y medianas empresas. Estas entidades dependen de plataformas transparentes y neutrales para llegar al público y generar ingresos. Lalucq argumenta que la adquisición de UMG amenaza el "mercado abierto y próspero" esencial para la supervivencia de estos artistas.
De los pagos por streaming al dominio de los datos
No se trata solo de quién posee qué plataformas, sino de cómo Universal utiliza su influencia para transformar las bases económicas del streaming. Durante el último año, UMG ha presionado con éxito para que se modifiquen los modelos de regalías en Spotify, Deezer y Amazon Music. Estos cambios a menudo devalúan la música menos convencional y redirigen más ingresos a artistas con un alto nivel de streaming y respaldados por sellos discográficos, principalmente, por supuesto, a los de Universal.
Ahora, a esto hay que añadir la propiedad de plataformas como FUGA y CD Baby. Esto le daría a Universal acceso a datos confidenciales de uso y análisis de backend de miles de competidores independientes, lo que le permitiría afinar sus estrategias, dominar la distribución y consolidar su control sobre la economía del streaming.
La carta de Lalucq plantea explícitamente esta preocupación. "Cuando un líder del mercado adquiere algunas de las mayores distribuidoras del mundo y otros servicios esenciales", pregunta, "¿no deberíamos preocuparnos?".
Umbrales legales, realidad política
Técnicamente, el acuerdo elude los umbrales de revisión automática de fusiones de la UE, principalmente porque los ingresos de Downtown en la UE parecen estar justo por debajo de los 250 millones de euros requeridos. Pero esto probablemente se deba a cómo se paga a los clientes de FUGA, a menudo a través de terceros como Merlin, lo que significa que el dinero no siempre aparece en los libros de FUGA.
Aun así, la Comisión tiene herramientas a su disposición. En virtud del Artículo 22, los Estados miembros pueden remitir las fusiones a la UE para su examen, incluso si el acuerdo no cumple con los umbrales formales, que es exactamente lo que han hecho los reguladores neerlandeses y austriacos. Y con Lalucq exigiendo respuestas —incluyendo si la UE debería ampliar sus competencias para solicitar fusiones como esta— la presión política aumenta rápidamente.
Una lucha familiar
Existe un precedente. En 2012, la UE permitió la adquisición de EMI por parte de Universal solo después de que UMG realizara importantes desinversiones, alegando graves problemas de competencia. Pero el mercado ha cambiado drásticamente desde entonces. En 2010, la música digital representaba tan solo 700 millones de euros de un mercado europeo de música grabada de 3.600 millones. Hoy en día, el streaming es el formato dominante, y controlar el funcionamiento de ese ecosistema es más importante que nunca.
¿Qué viene después?
Lalucq ha pedido a la Comisión que considere cuatro respuestas clave:
Una investigación detallada del acuerdo Downtown.
Una investigación sobre las reformas del modelo de streaming presuntamente manipuladas por Universal.
Otorgar a la UE nuevas competencias para revisar las fusiones por debajo del umbral.
Una revisión más amplia de si las normas de competencia son adecuadas para "ecosistemas prioritarios" como la música.
La Comisión debe responder en un plazo de seis semanas. Mientras tanto, todas las miradas están puestas en Universal, especialmente con la presentación de resultados del primer trimestre el 29 de abril. La inquietud de los inversores ya se refleja en el precio de las acciones de UMG, que ha caído significativamente desde su máximo de 29,49 €. Y con la bonificación de 100 millones de euros del director ejecutivo Lucian Grainge, que depende de un hito de 30 € por acción, la presión está oficialmente en su punto álgido.
Para la comunidad musical independiente, no se trata solo de un acuerdo; se trata del futuro de su capacidad para competir, crear y prosperar en un mercado que se consolida rápidamente en torno a los intereses de unos pocos actores dominantes.
Si la UE cede, las consecuencias podrían repercutir en la economía musical mundial durante los próximos años.
¿Cuál es tu opinión sobre el acuerdo UMG-Downtown? ¿Impulsa a los artistas o los amenaza? Deja un comentario abajo.
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