¡El juidero en el mundo del streaming! Se filtran millones de canciones de Spotify
Señores, agárrense, que lo que acaba de pasar en la industria musical no es "paja de coco". Un grupo de activistas piratas ha sacudido los cimientos de Spotify, logrando extraer una cantidad de información que deja a cualquiera con la boca abierta. No estamos hablando de un par de playlists; se trata de una operación masiva que supuestamente involucra 86 millones de archivos de audio.
Aquí les cuento los detalles de este reperpero:
• ¿Qué fue lo que se llevaron? Según los informes, el "scrape" incluye 256 millones de filas de metadatos de canciones y los ya mencionados 86 millones de archivos de audio. Todo esto suma un total de aproximadamente 300 terabytes que pretenden distribuir a través de redes P2P.
• ¿Quiénes son los responsables? El grupo detrás de esto es Anna’s Archive, una entidad que normalmente se dedica a preservar libros y artículos científicos. Ellos dicen que su misión es “preservar el conocimiento y la cultura de la humanidad” y ven en Spotify un buen punto de partida para crear un archivo musical histórico.
• La magnitud del asunto: Para que tengan una idea, Yo av Zimmerman, CEO de la startup Third Chair, calificó esto como algo "insane" (una locura). Él señala que este archivo dejaría chiquito a MusicBrainz, que es de los archivos de música abierta más grandes y solo tiene unos cinco millones de pistas.
¿Qué significa esto para nosotros? Zimmerman explica que, en teoría, cualquier persona con suficiente espacio de almacenamiento y un servidor de medios (como Plex) podría crear su propia versión personal y gratuita de Spotify con toda la música lanzada hasta el 2025. Claro está, el gran freno aquí sigue siendo la ley de derecho de autor y el miedo a las consecuencias legales.
Por su parte, la gente de Spotify no se ha quedado de brazos cruzados. Un representante de la plataforma confirmó a Billboard que están investigando el incidente. Según la empresa, los piratas utilizaron tácticas ilícitas para burlar el DRM (el sistema de protección de derechos digitales) y acceder a los archivos de audio. Aunque por ahora solo se han liberado los metadatos y no los archivos de música como tal, la situación tiene a toda la industria en vilo.
Es un momento crítico para la música digital, donde la línea entre la preservación cultural y la piratería masiva se vuelve más delgada que nunca.
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Para entenderlo mejor, imaginen que Spotify es una biblioteca privada con seguridad de alta tecnología. Lo que hicieron estos activistas no fue solo copiar el catálogo de los libros (los metadatos), sino que encontraron una forma de abrir la caja fuerte para llevarse las grabaciones originales, con la intención de que, si algún día la biblioteca cierra, la música no se pierda para siempre. Pero claro, al hacerlo, dejaron la puerta abierta para que cualquiera pueda montarse su propia sucursal en el patio de su casa.
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