Richard Grenell amenaza con una demanda de un millón de dólares contra el músico de jazz Chuck Redd por la protesta en el Kennedy Center
La controversia en el Kennedy Center estalló a finales de diciembre de 2025 después de que Richard Grenell, presidente del Kennedy Center nombrado por Trump, amenazara con una demanda de un millón de dólares contra el músico de jazz Chuck Redd. La amenaza legal se produjo tras la cancelación por parte de Redd de su tradicional actuación de Nochebuena en protesta por el controvertido cambio de nombre del recinto a "Trump-Kennedy Center".
La disputa ha desatado un debate nacional sobre la libertad artística, la influencia política en las artes y el futuro de las instituciones culturales estadounidenses.
¿Por qué Chuck Redd canceló su actuación en el Kennedy Center?
Chuck Redd, un respetado baterista y vibrafonista de jazz, había presentado el evento anual "Jazz Jams" del Kennedy Center en Nochebuena desde 2006. La actuación se había convertido en una tradición navideña para el público de Washington D.C.
Redd canceló el espectáculo de 2025 tras descubrir que el Kennedy Center había sido renombrado oficialmente como Trump-Kennedy Center. Según Redd, el nuevo nombre aparecía tanto en el sitio web del Centro como en el edificio físico, lo que motivó su decisión de retirarse.
Redd declaró que, en conciencia, no podía actuar en la institución con el nuevo nombre, enmarcando la decisión como una protesta personal y no como una campaña política.
Explicación de la amenaza legal de Richard Grenell
El 26 de diciembre de 2025, el presidente del Kennedy Center, Richard Grenell, envió una carta formal a Redd acusándolo de orquestar una "maniobra política" y de incurrir en lo que Grenell calificó de "intolerancia clásica".
Grenell advirtió que el Kennedy Center exigiría un millón de dólares en concepto de daños y perjuicios, alegando:
Baja venta de entradas tras la cancelación
Pérdida de confianza y apoyo financiero de los donantes
El impacto financiero de la retirada de un artista a última hora
Daño a una institución cultural sin fines de lucro
Grenell argumentó que la cancelación de Redd contribuyó directamente a las pérdidas financieras y al daño a la reputación del Kennedy Center.
El cambio de nombre del Trump-Kennedy Center provoca reacciones adversas
El cambio de nombre del Kennedy Center se produjo a principios de diciembre de 2025 después de que la junta directiva de la institución, nombrada por el presidente Donald Trump tras su regreso al cargo, votara a favor de añadir el nombre de Trump al emblemático centro artístico.
Los partidarios de la medida afirmaron que honraba los esfuerzos de Trump para "salvar" el monumento cultural nacional. Sin embargo, los críticos argumentan que la decisión politizó una institución considerada durante mucho tiempo como apolítica y centrada en los artistas.
El cambio de nombre ha suscitado críticas de músicos, actores, donantes y defensores de las artes, quienes temen una mayor influencia política sobre la programación y la expresión artística.
Cambios en la dirección del Kennedy Center
La controversia surge tras una importante reestructuración de la dirección del Kennedy Center a principios de 2025. La presidenta de larga trayectoria, Deborah Rutter, quien dirigió la institución durante una década, fue reemplazada por Grenell como parte de cambios más amplios tras el regreso de Trump a la Casa Blanca.
Grenell, un estrecho aliado de Trump y exdiplomático, ha promovido una nueva visión que enfatiza la responsabilidad financiera y el equilibrio ideológico. Su nombramiento ha sido recibido con resistencia por parte de algunos sectores de la comunidad artística, que lo consideran un alejamiento de la independencia artística.
Una guerra cultural más amplia en torno a las artes
El enfrentamiento entre Grenell y Redd refleja un creciente conflicto nacional sobre la política y las instituciones artísticas públicas. Los artistas se enfrentan cada vez más a la presión de lidiar con el simbolismo político asociado a los espacios y la financiación, mientras que las instituciones lidian con las expectativas de los donantes y la influencia gubernamental.
Aún no está claro si el Kennedy Center finalmente presentará la demanda. Sin embargo, el incidente ya se ha convertido en un momento clave en el debate actual sobre la libertad de expresión, la protesta en las artes y la instrumentalización política de los espacios culturales.
Mientras continúan las repercusiones, el Kennedy Center, que alguna vez fue un símbolo de unidad cultural bipartidista, se encuentra ahora en el centro de las crecientes guerras culturales de Estados Unidos.

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