Argumentos en contra de la mediocridad cultural: Por qué necesitamos recuperar el control de nuestro consumo de medios de comunicación.

 



El color Pantone del año 2025 es el blanco. La palabra del año de Merriam-Webster es "chapuza". ¿La Persona del Año de la revista Time? Los arquitectos de la IA. Si has sentido que la cultura se ha vuelto más vacía, más superficial, no te lo estás imaginando. Vivimos en una era de contenido insípido y sin sentido, y es hora de hablar sobre por qué está sucediendo esto y qué podemos hacer al respecto.


La trampa del streaming

¿Recuerdas cuando cancelamos el cable para escapar de los paquetes caros y los anuncios interminables? Celebramos Netflix como una liberación. Luego llegaron Hulu, Amazon Prime, Disney+, HBO Max, Paramount+... y de repente habíamos reinventado el cable, pero peor. Pagas más, sigues sin encontrar lo que quieres y, sí, los anuncios han vuelto.


Pero el verdadero problema es más profundo que el precio. Cuando los estudios se consolidan (como están intentando desesperadamente), se vuelven aún más reacios al riesgo. Todo debe generar enormes beneficios o simplemente no se producirá. Por eso, la última década ha estado dominada por secuelas, remakes y extensiones de franquicias. Con la entrada de la IA en la ecuación, esta tendencia solo se acelerará.


La carrera hacia el abismo

Consideremos la evolución de Uber. Comenzó como "una persona normal en un coche normal": conexión humana con comodidad. Pero Uber no se trata realmente de viajes con gente amable. Se trata de llevarte del punto A al punto B lo más barato posible. Por eso están invirtiendo cientos de millones en coches autónomos. Si pueden eliminar el elemento humano y aun así transportarte, lo harán.


Esta lógica ha infectado a todas las principales plataformas:


Netflix ya no es un servicio de streaming de películas, es algo para poner en la televisión mientras navegas por el móvil. Están animando abiertamente a los guionistas a simplificar el contenido, haciendo que los personajes anuncien literalmente lo que están haciendo porque saben que no estás prestando atención.


A Spotify no le importa la música. El CEO Daniel Ek dijo que su única competencia es "el silencio". Por eso se han expandido a podcasts, audiolibros y vídeo. La música es solo una forma de llenar el vacío. Esto explica por qué Spotify no ha eliminado la música generada por IA ni se ha molestado en etiquetarla. Si la música generada por IA no es lo suficientemente mala como para que la ignores, ¿qué diferencia hay para sus resultados económicos?


Las cifras son asombrosas: 50.000 canciones generadas por IA se envían a Deezer cada día. Warner Music Group acaba de firmar acuerdos con las empresas de música con IA Suno y Udio. Se han abierto las compuertas.


La analogía de la galleta

Piensa en la mejor galleta con pepitas de chocolate que hayas probado. ¿Quién la hizo? ¿Qué la hace especial? Quizás tenga avena, un toque de canela, nueces. Quizás sea crujiente, quizás masticable. Quizás la hizo tu madre, y cada bocado te conecta con la infancia: sabe a hogar.


Ahora imagina que te dicen: "¡Buenas noticias! Como te encantan las galletas, aquí tienes unas Chips Ahoy. Prehechas, siempre disponibles. Hemos democratizado la galleta con pepitas de chocolate. A nadie le gusta hornear de todos modos. Claro, robamos la receta de tu madre y llegamos a un acuerdo con ella porque no tenía muchas opciones, pero quieres una galleta, ¿verdad? Te conseguimos una galleta. ¿Por qué estás enfadado?".


Esto es lo que está sucediendo con la música, el cine y el arte. La magia —el toque humano, la conexión personal, la artesanía— está siendo reemplazada por contenido eficiente y optimizado por algoritmos, diseñado para ser "suficientemente bueno".


El algoritmo mató al seguidor

El seguidor está prácticamente muerto. La mayoría de la gente ya no abre las redes sociales para ver a sus amigos, sino para ver la página "Para ti". Los algoritmos están optimizados para mostrarte lo que te interesará, no a quién elegiste seguir.


Para los creadores, esto significa que cada video debe funcionar como si los espectadores nunca te hubieran visto antes. Los seguidores no importan cuando el algoritmo decide qué se ve. Esto inevitablemente conduce a:


Más clickbait

Más contenido sensacionalista

Todo se vuelve más ruidoso y exagerado

La muerte del trabajo creativo matizado y de formato largo

Instagram no paga a los creadores. TikTok apenas lo hace. Así que los creadores se convierten en estudios de publicidad, produciendo contenido patrocinado en lugar de construir obras significativas. Incluso el éxito significa convertirse en una valla publicitaria, no en una panadería.


Tres pasos para resistir

Paso 1: Cambia tu consumo de medios

Consigue medios físicos. Ve películas en Blu-ray o DVD. Escucha música en vinilo, casete o CD, o simplemente compra álbumes digitales y escúchalos completos con auriculares. Los formatos físicos no tienen anuncios, algoritmos ni interrupciones. Es una experiencia íntima e intencionada.


Cuando pagas por algo, te involucras de verdad. Escucharás ese álbum varias veces. Verás esa película con toda tu atención. Simplemente se siente diferente.


Paso 2: Deja el teléfono

Elimina las aplicaciones de redes sociales de tu teléfono. Pon la pantalla en blanco y negro: hará que todo sea menos atractivo. La semana después de Navidad es el momento perfecto para probarlo.


En su lugar:


Llama a la gente

Envía mensajes de texto

Reúnete en persona

Presta toda tu atención a las personas

La conexión real te llenará de una manera que internet nunca podrá.


Paso 3: Apoya a los creadores independientes

Cada dólar que gastas es un voto a favor de lo que quieres que siga existiendo. Compra música en Bandcamp. Compra productos de pequeños creadores. Apoya a los creadores que hacen el trabajo que realmente valoras.


Si no apoyas lo que amas, desaparecerá.


El camino a seguir

Vivimos en un mundo de mediocridad insípida, cada vez más creada y optimizada por algoritmos para captar nuestra atención. Las grandes corporaciones no necesitan crear mejor contenido para seguir ganando dinero. Los creadores están atrapados produciendo lo que los algoritmos recompensan en lugar de lo que ellos o su público realmente desean.


Pero podemos resistir. Podemos crear pequeños rincones de internet donde la gente se reúna por su amor compartido por el arte auténtico, la música genuina y la conexión humana real. Podemos elegir la intención por encima del algoritmo, la calidad por encima de la cantidad, la creatividad por encima del contenido.


Deja el teléfono. Compra un disco. Apoya a un creador cuyo trabajo te conmueva. Elige la galleta casera con chispas de chocolate en lugar de las galletas industriales.


No lo solucionará todo. Pero podría cambiar el mundo.


¿Cuál es tu álbum o película favorita de este año? ¿Qué la hizo especial? Compártelo en los comentarios: construyamos recomendaciones reales de personas reales.

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