Doug Ford critica a Ticketmaster por los altísimos precios de las entradas para la Serie Mundial
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, critica a Ticketmaster por lo que describe como "abusos en los precios" después de que los precios de las entradas para el partido de la Serie Mundial entre los Toronto Blue Jays y los Los Angeles Dodgers se dispararan a niveles sin precedentes. Se informó que algunas entradas para un posible séptimo juego superaron los $10,000 CAD, lo que provocó indignación entre los aficionados y las autoridades.
Ford ha condenado públicamente las prácticas de fijación de precios de Ticketmaster e insinuado una posible acción legislativa para restablecer un límite en los precios de reventa de entradas, una medida que podría transformar la forma en que se venden los grandes eventos en Ontario. "Las familias no deberían tener que pedir una segunda hipoteca solo para ver un partido", declaró Ford, expresando su frustración por cómo los aficionados de clase trabajadora se ven impedidos de apoyar a su equipo local por los altos precios.
Si bien Ford culpa directamente a Ticketmaster, el asunto es más complejo. Los Toronto Blue Jays llevan mucho tiempo empleando precios dinámicos, donde el precio de las entradas fluctúa según la demanda, un sistema que suele provocar picos pronunciados en los partidos de playoffs. El equipo también colabora con plataformas de mercado secundario como StubHub y SeatGeek, que facilitan la reventa legal a precios regulados por el mercado.
En medio de crecientes críticas, Ticketmaster ha anunciado el cierre de su plataforma TradeDesk, acusada de facilitar la reventa y la especulación de entradas a gran escala. Esta medida forma parte de los esfuerzos más amplios de la industria para restablecer la confianza de los consumidores y reducir la influencia de bots automatizados y vendedores especulativos.
Para facilitar el acceso a la Serie Mundial, la Ciudad de Toronto ha presentado una solución comunitaria: fiestas públicas gratuitas en toda la ciudad, que permiten a los aficionados reunirse y animar a los Blue Jays sin la carga financiera.
La controversia reaviva el debate sobre la transparencia en la venta de entradas, la ética de la reventa y la accesibilidad de los aficionados en la industria del entretenimiento moderno. Con la Serie Mundial en pleno apogeo y Ford amenazando con nuevas regulaciones, tanto Ticketmaster como la organización de los Blue Jays tienen presión para abordar lo que muchos consideran un sistema fallido, uno donde la pasión por el juego se ve superada por las ganancias.
En resumen: La Serie Mundial puede ser sinónimo de gloria en el béisbol, pero en Toronto también se está convirtiendo en una batalla por la equidad, la asequibilidad y el futuro de la venta de entradas para eventos en vivo.

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