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 Debris’: La Anomalía Olvidada del Proto-Punk en Oklahoma


Chickasha, Oklahoma, no es el primer lugar donde uno esperaría encontrar una cápsula del tiempo del proto-punk. Conocido más por sus ranchos ganaderos que por sus riffs cáusticos, este pequeño pueblo, de alguna manera, albergó a una de las bandas de rock marginal más extrañas, crudas e intransigentes de la década de 1970: Debris’.


Formada en 1975 por el bajista Chuck Ivey, el guitarrista Oliver “Rectomo” Powers y el baterista Johnny Gregg, Debris’ operaba al borde del caos artístico. No buscaban la difusión en la radio ni el estrellato en el Top 40; buscaban algo más extraño y desquiciado, a medio camino entre la locura controlada de Captain Beefheart y el proto-punk de tierra arrasada de Pere Ubu o MX-80 Sound de Cleveland.


Cuando un estudio local les ofreció un paquete completo —diez horas de grabación y mezcla, además de la impresión de 1000 LP con carátulas bicolores—, el trío se lanzó. Con una gran experiencia y audacia, grabaron los once temas en una sola toma. El resultado, publicado en abril de 1976 (el mismo mes en que los Ramones lanzaron su debut), fue un LP homónimo que más tarde se conocería como Static Disposal.


Desde los primeros segundos de la canción inicial, "One Way Spit", el disco derrocha energía marginal. El desquiciado conteo de Chuck se transforma en riffs irregulares con arranques y paradas y la voz urgente de Johnny, que suena como un sencillo perdido de Killed By Death. En otro momento, en "Tricia", un guiño satírico al juicio de Patty Hearst, los gruñidos retorcidos de Oliver se enfrentan al zumbido de una sierra eléctrica, creando algo que oscila entre el arte escénico y la provocación punk.


Pero esto no era solo nihilismo ruidoso. La banda combinó sintetizadores analógicos y efectos de cinta, dándole a sus canciones un aire futurista y vanguardista que recordaba a la Roxy Music de la era Eno, sin dejar de moverse por la suciedad del garage del Medio Oeste. Era primitivo. Era experimental. Y ocurría en un lugar donde nadie miraba.


Debris recibió invitaciones para tocar en Max's Kansas City y CBGB en 1976: horario estelar, salas de primera, la zona cero del punk. Pero la banda nunca salió de Oklahoma. Su único LP, impreso de forma privada bajo el nombre de Static Disposal, fue cayendo poco a poco en el olvido. Hoy, es una pieza de culto para coleccionistas, elogiada en círculos underground e incluso inmortalizada en la legendaria lista Nurse With Wound.


Si bien la historia del punk suele remontarse a Nueva York, Londres y Cleveland, Debris demuestra que el espíritu de experimentación puede surgir en cualquier lugar, incluso en un tranquilo pueblo de Oklahoma. Puede que no hayan arrasado en los escenarios de Nueva York, pero en su breve y explosivo momento, Debris se ha ganado un pequeño rincón irregular en la historia del proto-punk.




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