La sede de HYBE fue allanada dos veces en una semana mientras los problemas legales se intensifican




 Tormenta en la Cima: HYBE Enfrenta Redadas, Conflictos Legales y un Creciente Escrutinio de la Industria


El gigante del K-pop HYBE, la compañía detrás de fenómenos globales como BTS y LE SSERAFIM, se enfrenta a una tormenta de desafíos legales y regulatorios que podrían definir el futuro del conglomerado de entretenimiento más influyente de Corea del Sur. En tan solo una semana, la sede de HYBE en Seúl ha sido allanada dos veces: primero por funcionarios que investigaban acusaciones de fraude relacionadas con su salida a bolsa de 2020, y luego por inspectores fiscales del Servicio Nacional de Impuestos.


Los dos allanamientos reflejan la creciente atención sobre el ascenso de la compañía al dominio del mercado bursátil y, más concretamente, sobre la conducta de su fundador, Bang Si-hyuk. Las autoridades alegan que Bang engañó a posibles inversores antes de la salida a bolsa de HYBE al sugerir que la cotización podría retrasarse, a pesar de saber que ya estaba en marcha. Esta sutil distracción podría haber llevado a los inversores a vender acciones prematuramente, algunas de las cuales acabaron en un fondo de capital supuestamente vinculado al propio Bang. El caso ha pasado a la fiscalía surcoreana.


Los problemas de HYBE no terminan ahí. La compañía también está siendo investigada por posible evasión fiscal relacionada con la OPV, un asunto lo suficientemente grave como para que agentes de NTS acudieran a su oficina de Yongsan esta semana. La naturaleza de las acusaciones indica una mayor represión gubernamental contra la mala conducta corporativa en relación con las prácticas de OPV y la manipulación de acciones en el sector del entretenimiento surcoreano.


Para intentar calmar la ansiedad interna, el director jurídico de HYBE, Jung Jin Soo, emitió un memorando instando a los empleados a mantener la concentración. "Estamos cooperando activamente con las autoridades para esclarecer los hechos", decía el comunicado. "Por favor, no se preocupen demasiado por la investigación en la oficina de Yongsan y continúen concentrándose en sus responsabilidades individuales".


Pero es más fácil decirlo que hacerlo en un mes que se ha sentido como un largo thriller legal para el personal de HYBE. La semana pasada, tres exejecutivos afiliados a HYBE fueron multados y condenados a penas suspendidas por tráfico de información privilegiada. Según informes, el trío vendió acciones de la compañía antes del anuncio en 2022 de que BTS entraría en receso militar, una noticia impactante que desplomó el valor de las acciones de HYBE.


Por si fuera poco, la amarga disputa legal entre Ador, filial de HYBE, y el exitoso grupo femenino NewJeans regresó a los tribunales la semana pasada. El meollo de la disputa radica en si el sello Ador, tras la destitución de su directora ejecutiva, Min Hee-jin, sigue existiendo contractualmente. NewJeans, en un contundente comunicado, comparó el regreso al sello con obligar a "la víctima de acoso escolar a volver a la misma escuela y soportarlo". Si la mediación en curso fracasa, el caso volverá a los tribunales en octubre.


HYBE, que en su día fue la envidia de los analistas mundiales de la industria musical por su hábil manejo del auge del K-pop, ahora se enfrenta a una crisis en múltiples frentes. Desde el escrutinio regulatorio hasta las disputas con artistas y el daño a la reputación, la posición de la compañía en la cima de la pirámide de la industria del entretenimiento de repente parece menos segura. Si bien su equipo legal insiste en que todos los procedimientos se siguieron conforme a la ley, los próximos meses podrían determinar si HYBE logra recuperar su equilibrio o si el imperio que Bang Si-hyuk construyó comenzará a tambalearse.


Una cosa está clara: esto no es solo un obstáculo en el camino para HYBE. Es un ajuste de cuentas.



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