Louis Cole lanza su nuevo álbum, "Nothing", que es audaz y muy ambicioso dentro del camino que ha recorrido la música hacia la fusión entre el jazz y los elementos orquestales. En un estilo ecléctico y verdaderamente intrépido en sus experimentos, Cole colabora una vez más con la conocida Metropole Orkest y el director invitado Jules Buckley para ejecutar un sonido único que desafía los límites convencionales del género. El resultado es un disco que es tanto un testimonio de su genio como una muestra de las posibilidades dinámicas cuando el jazz se encuentra con la orquestación.
La emoción de la fusión
Desde las primeras notas, "Nothing" es una mezcla animada y optimista de jazz, funk y música orquestal que te llega directamente a la piel. Desde el principio, "Things Will Fall Apart" te pone en marcha, con sus pegadizos estribillos y ritmos palpitantes, evocando la emotividad de un Stevie Wonder pero sin duda cargada de un sabor contemporáneo. La interacción entre la voz fresca de Cole, una batería muy potente y las secciones de instrumentos de viento y cuerdas de la Metropole Orkest proporciona un campo sonoro rico y completo que te dejará sin aliento.
Cuando llega el final, Cole y su orquesta realmente se ponen a tono. En canciones como "Life", esto se muestra claramente, donde los golpes de cuerda disonantes que luchan contra los ritmos de jazz-funk crean una atmósfera psicodélica surrealista, encasillando al oyente en viajes espaciales. Su orquestación permite que la verdadera aventura peculiar de las composiciones de Cole brille en cada pista, lo que la convierte en una declaración independiente. Consideración de NTL
Algunos baches en el camino
Si bien "Nothing" está muy lleno de esos momentos de brillantez, no está exento de defectos. Algunas de las canciones, como "It All Passes" y "Cruising for P", se quedan un poco cortas en la energía con la que se inicia el álbum. Por ejemplo, "It All Passes" es un bonito movimiento de cuerdas, aunque un poco demasiado largo, que no puede igualar en intensidad a algunos de los otros cortes más fuertes de este disco. De manera similar, "Cruising for P" toca alegremente ritmos de jazz vocal y swing sueltos, pero de alguna manera no puede permitir que las voces tengan un lugar dentro del resto del arreglo, lo que proporciona una ligera desconexión.
Hay algunas pistas experimentales que intrigan pero que no dan en el blanco. El caso en cuestión sería la canción principal "Nothing", con los breves interludios "Who Cares One" y "Who Cares Two". De hecho, hay muchos momentos de experimentación más agudos de otros. Estas piezas, sin embargo, a veces se leen más como experimentos de sonido que como ideas de composición completamente desarrolladas. Sin embargo, lo emocionante de "Nothing" es cómo los artistas toman riesgos, incluso si no todos dan resultado. Todos se suman para formar un disco bastante atrevido.
¿Un buen final?
Incluso con sus caídas a mitad del álbum, "Nothing" llega a lo más alto. "These Dreams Are Killing Me" es probablemente la mejor canción del álbum, donde las voces, la orquestación y los ritmos clásicos de Cole están bien equilibrados. Este es el tipo de canción que explica lo que este disco busca lograr en cuanto a estilo, convirtiéndolo definitivamente en uno de los himnos poderosos que perduran mucho después de que la música se detiene.
Las pistas finales, que incluyen versiones orquestales de trabajos anteriores de Cole, dan nueva vida a composiciones conocidas. Escucharlas con este atuendo orquestal les dio profundidad y dimensión, uniéndolas sin problemas a través de la narrativa cada vez más amplia de "Nothing". El cierre del álbum está bien ubicado con la canción épica "Doesn't Matter", que sirve como un cierre apropiado para este experimento musical bastante audaz.
Conclusión
"Nothing" es un disco animado, colorido y completo que realmente demuestra que Louis Cole no tiene miedo de traspasar los límites. No es un éxito total en todos los temas, pero los éxitos superan ampliamente las debilidades de este álbum, lo que lo convierte en una escucha obligada para los fanáticos del jazz, el funk y la música experimental. Al combinar elementos electrónicos con jazz y música orquestal, Cole se aseguró de hacer un disco que es muy innovador y lleno de entretenimiento, mostrando cuán grande será su testimonio de colaboración artística y lo que es posible con la fusión musical.