Por qué las principales cadenas de farmacias están cerrando miles de tiendas
Las principales cadenas de farmacias están en medio de un cambio en el entorno minorista. Walgreens, por ejemplo, planea cerrar casi 2150 tiendas para 2027. Hacerlo será parte de una lucha más grande por la supervivencia de Walgreens. Esto no solo le estaba sucediendo a Walgreens, sino también a CVS y Rite Aid. Estas empresas, como resultado de la presión financiera y la dinámica cambiante del mercado, se vieron obligadas a cerrar sus tiendas.
Lucha minorista
Walgreens solía ser una cadena icónica que ahora está en fuerte declive en el segmento minorista. Los últimos años para la empresa se caracterizaron por ganancias estancadas y una caída dramática en el precio de las acciones. Las ventas minoristas de Walgreens han caído un 4% año tras año, lo que se ha visto agravado por la falta de actualización de su oferta de productos en la parte delantera de la tienda. Las tiendas han perdido terreno frente a las tiendas de dólar y los grandes minoristas que ofrecen mejores precios y variedad. Los precios elevados y la caducidad de los productos han ahuyentado a muchos clientes y han mermado la capacidad de Walgreens para mantener su cuota de mercado.
Desafíos en las operaciones de farmacia
Las operaciones de farmacia son el sustento de Walgreens, pero también están bajo asedio. Una de las mayores partes de los ingresos de la empresa proviene de su segmento de farmacia, que está librando sus propias batallas. La más importante de ellas sería el crecimiento de los servicios de telesalud junto con una caída en las tasas de reembolso de los administradores de beneficios de farmacia. Los administradores de beneficios de farmacia suelen actuar como intermediarios entre las farmacias y las compañías de seguros. Se les ha acusado de aumentar el precio de los medicamentos al tiempo que obligan a los pacientes a optar por alternativas genéricas más baratas. Esto ha ejercido cada vez más presión sobre las farmacias para que sigan siendo rentables.
Impacto en las comunidades
Los cierres de farmacias no son únicamente una decisión comercial; tienen un profundo impacto en la comunidad que las rodea. La creación de "desiertos de farmacias" (lugares que tienen poco o ningún acceso a las farmacias) seguirá siendo un problema en aumento. Estos cierres afectan más duramente a las zonas de bajos ingresos y a las áreas urbanas donde ya existe un acceso limitado a servicios de atención sanitaria de cualquier tipo. Aunque cadenas como Walgreens y CVS dicen que están tratando de evitar la creación de más desiertos de farmacias, la realidad es que muchas áreas que actualmente no cuentan con servicios sanitarios ni acceso a medicamentos esenciales están viendo reducido el acceso.
Mirando hacia el futuro
Junto con los desafíos están las posibles soluciones y las tendencias emergentes, que pueden considerarse como una redefinición del rostro de la farmacia. Es posible compensar las pérdidas derivadas del cierre de cadenas de tiendas mediante el crecimiento de farmacias independientes en áreas desatendidas por los operadores de cadenas. En muchos casos, estas farmacias independientes han abierto en áreas de las que se están retirando las cadenas más grandes, proporcionando servicios a comunidades que de otro modo no tendrían acceso a medicamentos.
También existe la posibilidad de que al menos algunos de los problemas que enfrentan las farmacias se puedan resolver mediante cambios regulatorios. Un mayor escrutinio de los PBM y la reforma pueden generar mejores tasas de reembolso y mejores circunstancias para la profesión farmacéutica. Los cambios en el modelo de negocios a nivel de farmacias, por ejemplo, un mayor énfasis en los productos de salud y bienestar, probablemente ayudarían a adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores y a las presiones económicas.
El sector de farmacias en general está llegando a una coyuntura en la que cadenas como Walgreens y CVS se verán obligadas a realizar cambios operativos drásticos debido a las presiones financieras y operativas. Si bien los cierres sin duda plantean un problema inmediato para muchas de estas comunidades, han generado oportunidades para las farmacias independientes y posibles cambios regulatorios que pueden ayudar a resolver algunos problemas de todo el sistema. A medida que la industria evoluciona, tanto los consumidores como los responsables de las políticas tendrán que pensar detenidamente en estos cambios para garantizar que haya un acceso continuo a servicios de salud críticos.