La época en la que el streaming era fácil y barato ha cambiado mucho. Veamos por qué ocurrió este cambio:
Cambios en el mercado: Hace unos cuatro años había muchos servicios de transmisión en el mercado. En ese momento, había muchas pruebas gratuitas y los precios de suscripción eran muy económicos. Un ejemplo es que Apple TV+ solo cuesta $4,99 al mes, mientras que Disney+ solo cuesta $6,99 al mes. Pero a medida que estos servicios se hicieron más populares, los precios de sus suscripciones se dispararon1.
El problema para las empresas de medios: Las empresas de medios están teniendo dificultades para cambiar de modelos de negocio que son rentables pero que pierden dinero, como los canales de televisión estándar, a servicios de streaming bajo demanda. Todavía hay muchos de estos servicios de vídeo que están perdiendo dinero. Entonces, para mantener su negocio, han aumentado sus precios2.
La incertidumbre en la economía y el aumento de los precios de los servicios de streaming ocurren al mismo tiempo que la economía enfrenta problemas mayores. Las personas que prescindieron de costosos paquetes de cable en favor de opciones de streaming más económicas ahora están aprendiendo que sus tarifas mensuales se acumulan rápidamente. A medida que la inflación perjudica los presupuestos de las personas, estos aumentos de precios se destacan más1.
Dominar el mercado: Los servicios de streaming han pasado de ser "don nadies" a ser una gran parte de la forma en que la gente ve televisión. Como controlan todo el mercado, han aprovechado la oportunidad para subir los precios1.
En definitiva, se acabaron los tiempos del streaming por muy poco dinero. Las tarifas de las suscripciones están aumentando a medida que las empresas de medios cambian y los servicios de streaming mejoran. Ya sea que estemos viendo todos nuestros programas favoritos a la vez o pensando en cómo nos afectan las huelgas de Hollywood, el streaming ha cambiado1.