Cómo la cultura de las propinas se apoderó de EE. UU.




Introducción:

La práctica de dar propinas se ha arraigado profundamente en la sociedad estadounidense. Dar propina ha sido una costumbre en muchas industrias de servicios, incluidos restaurantes, hoteles, barberías y taxis. Pero, ¿ha considerado alguna vez los factores que llevaron a la adopción generalizada de las propinas en los EE. UU.? Aquí veremos cómo se iniciaron las propinas, cómo ha cambiado con el tiempo y cómo ha afectado tanto a los trabajadores como a los clientes.


Los orígenes del Tipping se remontan al siglo XVII en Europa, cuando se utilizaba como muestra de gratitud por un servicio excepcional. Después de eso, los estadounidenses adinerados lo cruzaron al otro lado del Atlántico como método para hacerse pasar por la aristocracia europea. Las propinas no se convirtieron en una práctica en los Estados Unidos hasta la segunda mitad del siglo XIX.


El establecimiento del sistema ferroviario contribuyó enormemente al crecimiento de la práctica de las propinas en los Estados Unidos. Los porteadores y otros trabajadores de servicios que acompañaban a los turistas en sus viajes por el país vivían principalmente de propinas. Las propinas se convirtieron en una práctica común y su aceptación fue rápida.


Durante la Gran Depresión, el gobierno aprobó una legislación sobre salario mínimo para evitar que los trabajadores fueran explotados. Sin embargo, se concedió una excepción a los empleados que recibían propinas, permitiéndoles recibir un salario mucho menor que el salario mínimo habitual. Esta exención garantizó que los trabajadores de servicios siguieran dependiendo de las propinas como su principal fuente de ingresos.


Dar propina se está convirtiendo en una parte esperada de la vida cotidiana en los Estados Unidos. Los clientes a menudo se sienten presionados a dejar propinas porque les preocupa la reacción de los demás si no lo hacen. Como resultado de esta norma social, los clientes ahora consideran que las propinas son obligatorias y no voluntarias.


Aunque las propinas pueden aumentar el salario neto de los trabajadores de servicios, también contribuyen a la inseguridad y la incertidumbre de sus carreras. Los ingresos por propinas son muy variables: algunos trabajadores reciben grandes propinas mientras que otros luchan por llegar a fin de mes debido a la gran dependencia de las propinas. Además, los empleados pueden experimentar estrés y agotamiento si sienten que siempre deben hacer todo lo posible para ganar mayores propinas.


Cambio en el comportamiento del cliente El comportamiento de los clientes ha cambiado como resultado de la prevalencia de la cultura de las propinas. Cuando se desconoce la cantidad adecuada de propina, la sola idea de dejarla puede causar estrés y perplejidad. Las propinas son opcionales y el hecho de que puedan aumentar el precio de los servicios ha llevado a algunos a dudar de su imparcialidad.


Conclusión: La cultura de las propinas claramente se ha apoderado de Estados Unidos, alterando la forma en que los estadounidenses interactúan con el personal de servicio y afectando tanto a los trabajadores como a los clientes. Dar propinas puede ayudar a las personas a corto plazo, pero también ayuda a mantener las diferencias de ingresos entre las personas y promueve una atmósfera de incertidumbre. Para garantizar que todos sean tratados de manera justa y equitativa mientras continuamos negociando la complejidad de las propinas, es importante observar de cerca su historia, desarrollo y efectos.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente