El domingo, el fundador y ex director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, realizó una visita sorpresa a las oficinas de la empresa.
Con la leyenda "la primera y la última vez que uso uno de estos", Altman compartió una foto de sí mismo en X (anteriormente Twitter) con una insignia de visitante de OpenAI.
Jason Kwon, director de estrategia de OpenAI, también compartió una foto de Sam con la insignia. Tras los informes de que los inversores de OpenAI estaban intentando que Altman fuera reinstalado como CEO el día después de que la junta lo destituyera, apareció en la sede de la compañía, según informaron personas familiarizadas con la situación.
En el último día, una parte considerable de la fuerza laboral de OpenAI, incluidos los ejecutivos, ha mostrado su solidaridad con Altman en las redes sociales al darle me gusta a una de sus publicaciones. Varias personas cercanas al asunto informaron a CNBC que Microsoft, Sequoia Capital, Tiger Global y la firma de capital de riesgo Thrive Capital están involucrados o han estado en conversaciones con Altman sobre su reinstalación.
La revelación de la junta tomó a todos por sorpresa, según el mensaje del director de operaciones de OpenAI, Brad Lightcap, a los empleados, que fue obtenido por CNBC el sábado por la mañana.
"Lightcap ha hablado con la junta directiva en múltiples ocasiones para intentar comprender su decisión y el razonamiento detrás de ella", afirmó la compañía. "Estas conversaciones, así como las posibilidades de cómo avanzar, continúan desde esta mañana".
Tras el anuncio del viernes sobre la salida de Altman, el presidente de OpenAI, Greg Brockman, renunció y desde entonces las especulaciones han cambiado para sugerir que tanto Altman como Brockman podrían regresar a la empresa.