Forever Pavot Melchior, Vol. 1

 

Forever Pavot Melchior, Vol. 1

Fecha de lanzamiento:

9 de enero de 2026

Sello discográfico:

Born Bad Records


Forever Pavot entra en la era de las máquinas con Melchior, Vol. 1


Emile Sornin ha encontrado un colaborador inusual. No es un amante, ni un amigo, sino algo intermedio: un robot. Y en Melchior, Vol. 1, el último álbum de Forever Pavot, publicado por Born Bad Records, esa extraña relación se convierte en el motor conceptual que impulsa uno de sus discos más audaces hasta la fecha.


Después de años creando álbumes de pop experimental y componiendo bandas sonoras, Sornin se topó con un bloqueo creativo y decidió tomarse un descanso. En lugar de desaparecer por completo, hizo algo muy propio de Forever Pavot: junto a Jonas Euvremer, construyó un autómata diseñado para encargarse de las partes más agotadoras de la vida de un músico moderno. El resultado fue Melchior: un asistente robótico de aspecto peculiar, con cerebro de silicio y vestido con ropa elegante, encargado de las entrevistas, la promoción y las redes sociales.


El plan funcionó. Melchior se convirtió en la imagen pública, permitiendo a Sornin retirarse, recargar energías y, lo más importante, volver a hacer música. Ese robot ahora presta su nombre, su voz e incluso su crédito como compositor a este nuevo álbum.


Un giro más nítido, potente y electrónico


Melchior, Vol. 1 se siente como un derrape controlado al salir de la rampa que conecta el anterior álbum de Forever Pavot, L'Idiophone, con una autopista más amplia, ruidosa y electrónica. El sonido es más denso, con predominio de los graves y a menudo en inglés, con frecuencias bajas potentes y ritmos programados con precisión que impulsan el proyecto hacia nuevos territorios.


La influencia de Melchior está presente en todas partes. Las voces con vocoder se entrelazan con la de Sornin, y el álbum adopta una filosofía de "menos es más" a pesar de sus ricas texturas. Es electrónico, pero nunca frío; preciso, pero a la vez juguetón.


Invitados, temazos y estelas de vapor


Melchior puede ser en parte robot, pero no es posesivo. El álbum incluye colaboraciones destacadas, comenzando con Julie Margat de Lispector, quien aparece en los temas más pegadizos, "UFO" y "Waiting for the Sign". Margat no solo canta, sino que también coescribe las letras, ayudando a establecer el tono narrativo del álbum: una mezcla de curiosidad de ciencia ficción e inquietud emocional. En otra parte del álbum, Kumisolo aporta “Postcard”, una pieza etérea y delicada que se siente menos como una canción y más como una nube de sonido a la deriva: dulce, fugaz y extrañamente expansiva.


El productor y colaborador Domotic mezcla y coproduce el álbum, destacando en “Count to 10”, un híbrido hip-hop/krautrock hipnótico que recuerda a BEAK> sin perder la sobriedad característica de Forever Pavot.


De Big Band a Power Trio


En otro cambio notable, Forever Pavot, que antes ofrecía una experiencia casi de big band en el escenario, ahora saldrá de gira como un trío minimalista con bajo, batería y teclados/voz, con Melchior como invitado especial. Es una evolución práctica que refleja la esencia del álbum: más conciso, depurado y centrado.


Fantasmas del cine y alegría barroca


A pesar del giro electrónico, Sornin no ha roto los lazos con sus raíces cinematográficas. El espíritu de los compositores de la época dorada del cine sigue presente. Ennio Morricone y François de Roubaix hacen sutiles apariciones, al estilo Hitchcock, a través de ingeniosas elecciones de arreglos, giros armónicos inesperados y texturas instrumentales lúdicas.


Temas como “Le Robot Gentilhomme”, un ingenioso pastiche barroco inspirado en Jean-Baptiste Lully, demuestran la facilidad con la que Sornin combina ideas musicales centenarias con la síntesis moderna. Mientras tanto, “Skyway” rinde homenaje a la leyenda de la música de librería Pierre Arvay, reforzando aún más el profundo afecto de Sornin por las historias musicales olvidadas o poco conocidas.


Una relación hecha para durar


Con cada lanzamiento, Emile Sornin sigue sonando como un “analfabeto musical” que, sin embargo, se vuelve cada vez más virtuoso. Melchior, Vol. 1 es denso, ingenioso y meticulosamente arreglado: un entramado de ideas antiguas y nuevas que recompensa las escuchas repetidas.


Lo más importante es que no se trata de una historia aleccionadora sobre la tecnología que sale mal. El robot no es tóxico. La colaboración no es destructiva. De hecho, el álbum está claramente etiquetado como Vol. 1, lo que indica que esta amistad entre humano y máquina apenas comienza.


Forever Pavot no ha perdido su alma, simplemente la ha conectado a un nuevo circuito.



0 Comentarios

Publicar un comentario

Post a Comment (0)

Artículo Anterior Artículo Siguiente