Derechos de masterización vs. derechos de publicación: Lo que todo artista necesita saber

 



En el panorama musical actual, donde predominan el streaming, las licencias y los flujos de ingresos digitales, comprender la diferencia entre los derechos de master y los derechos de publicación no solo es útil, sino esencial. Estos dos pilares de la industria suelen confundirse, pero rigen aspectos completamente diferentes de una canción y determinan cómo el dinero fluye hacia los creadores y titulares de los derechos. Ya seas artista, manager, sello discográfico o compositor, comprender estos conceptos es clave para proteger tu obra y maximizar tus ingresos.


🎙️ ¿Qué son los derechos de master?


Los derechos de master, también conocidos como derechos de grabación de sonido, se refieren a la propiedad de la versión grabada de una canción. Si consideramos una canción como si tuviera dos capas: la composición y la grabación, el master es la grabación. Quien posee el master controla cómo se utiliza esa versión específica de la canción.


Estos derechos generan ingresos de diversas fuentes, entre ellas:


Regalías de ejecución digital (como plataformas de streaming)


Ventas (descargas digitales, copias físicas, vinilo, etc.)


Licencias de sincronización (cuando la grabación se utiliza en películas, anuncios, videojuegos, etc.)


Derechos conexos (para la ejecución pública de la grabación a nivel internacional)


Normalmente, los derechos de masterización pertenecen a las discográficas, a menos que el artista haya negociado la propiedad o publique música de forma independiente.


✍️ ¿Qué son los derechos de publicación?


Mientras que los derechos de masterización cubren la grabación, los derechos de publicación (o derechos de composición) cubren la canción en sí: la letra, la melodía y la estructura musical. Incluso si 10 artistas graban la misma canción, la composición no cambia.


Los derechos de publicación pagan regalías a través de:


Regalías de ejecución (radio, conciertos, TV, streaming)


Regalías mecánicas (reproducción de la composición: CD, vinilo, streaming)


Licencias de sincronización (cuando se utiliza la composición original)


Estos derechos pertenecen a los compositores y sus editores. Incluso si el compositor no graba la canción, sigue siendo propietario de la composición a menos que haya cedido parte de ella a una editorial.


🎵 Por qué es importante comprender estos derechos


Los derechos de masterización y de publicación son la base del negocio musical moderno. Los artistas que no comprenden la diferencia se arriesgan a:


ceder sus activos más valiosos,


perder importantes fuentes de ingresos o


perder el control sobre cómo se utiliza su música.


Para sellos discográficos, editores y representantes, la claridad sobre estos derechos garantiza una compensación justa y un funcionamiento empresarial fluido. Y para los artistas independientes que gestionan sus propios contratos, este conocimiento marca la diferencia entre ser dueño de su carrera y regalarla.


En resumen


Una canción es tanto una composición como una grabación. Comprender quién posee qué y cuánto gana cada parte es crucial para el éxito a largo plazo. A medida que la industria continúa evolucionando, dominar estos fundamentos ayudará a todo creador musical a proteger sus derechos, su arte y sus ingresos.


Si eres un artista que está construyendo su carrera, empieza por aquí: conoce tus derechos, haz las preguntas correctas y lee siempre la letra pequeña.

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