Las autoridades surcoreanas inician una exhaustiva investigación contra la reventa ilegal de entradas, con el objetivo de desmantelar el "mercado negro del K-pop".
Los días de fácil enriquecimiento para los revendedores profesionales de entradas en Corea del Sur podrían haber llegado a su fin. El Servicio Nacional de Impuestos (NTS) ha abierto una importante investigación, la primera de su tipo, dirigida directamente a quienes han convertido los conciertos de K-pop y eventos deportivos en un lucrativo mercado negro.
Esto no es una simple reprimenda. Las autoridades persiguen un importante delito financiero, centrándose en los revendedores profesionales sospechosos de evasión fiscal masiva y de explotar la cultura de los fans con fines comerciales.
La magnitud de la estafa
La investigación del NTS se centra en 17 de los principales vendedores (14 personas y tres empresas) sospechosos de embolsarse aproximadamente 22 mil millones de KRW (unos 16 millones de USD) en ingresos no declarados mediante la venta de entradas a precios inflados.
Las estadísticas son asombrosas:
El 1% de los usuarios más activos en las principales plataformas de reventa, aproximadamente 400 personas, representaron casi la mitad de todas las transacciones de entradas este año.
Un revendedor supuestamente revendió una entrada para un concierto por 2,4 millones de KRW (más de 1600 USD) cuando su precio original era de solo 150 000 KRW (unos 103 USD), lo que supone un sobreprecio de 15 veces.
Una agencia de viajes está siendo investigada por presuntamente haber vendido más de 40 000 entradas a turistas extranjeros durante seis años, obteniendo, según se informa, casi 10 000 millones de KRW en ingresos no declarados mediante la reventa de entradas a más del doble de su precio original.
Incluso personas aparentemente legítimas están involucradas: las autoridades investigan a un empleado de un organismo público y a un profesor de una escuela privada por evasión fiscal relacionada.
Tácticas de los revendedores
Los revendedores son sofisticados y utilizan diversas tácticas para acaparar el mercado:
Macroprogramas (bots): Se utilizan herramientas automatizadas para comprar entradas rápidamente antes de que los verdaderos aficionados tengan la oportunidad de conseguirlas.
Venta de entradas por terceros: Se utilizan intermediarios para obtener entradas utilizando las identidades de otras personas.
Activos ocultos: La NTS rastrea las transacciones en efectivo y los activos ocultos, incluyendo bienes raíces y grandes depósitos bancarios, para garantizar la recaudación de todos los impuestos impagos.
¿Una victoria para los fans?
La investigación refleja la creciente preocupación de que los revendedores se aprovechen del fandom del K-pop. Tanto fans como artistas llevan años protestando. La superestrella del K-pop, IU, por ejemplo, tiene una política de prohibición de por vida para el club de fans a cualquiera que sea sorprendido revendiendo sus entradas. Otros, como el cantante Jang Beom-june, han experimentado con medidas contra la reventa, como las entradas NFT.
La acción del gobierno se produce tras una revisión de la Ley de Espectáculos Públicos en marzo de 2024, que penaliza el uso de macros para adquirir entradas ilegalmente con hasta un año de prisión o una multa de 10 millones de wones. Esta investigación proporciona el respaldo legal necesario para hacer cumplir realmente estos cambios.
Para los fans que durante mucho tiempo no han podido ver a sus artistas favoritos debido a los altos precios, esta exhaustiva represión de la NTS es un paso positivo hacia una cultura de venta de entradas más justa. Se espera que esto disuada a futuros revendedores y garantice que las entradas lleguen a manos de los verdaderos aficionados a precios justos.
Manténganse al tanto de las novedades: ¡es un paso importante en la lucha global contra la reventa de entradas!

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