Daniel Ek abandona el escenario: el CEO de Spotify cambia la explotación de artistas por financiar proyectos europeos.


 La salida de Daniel Ek de Spotify: El multimillonario CEO retira su dinero y deja a los artistas en el olvido


Tras años de tensión entre Spotify y los músicos que construyeron su imperio, Daniel Ek finalmente deja su cargo como CEO. Esta decisión, efectiva a partir del 1 de enero de 2026, marca el final de un largo y polémico capítulo para el gigante del streaming, definido por la innovación, la expansión y una indiferencia implacable hacia los artistas de los que depende.


Ek no se esconde en el olvido. Está desembolsando una fortuna estimada en 10 000 millones de dólares, principalmente en acciones de Spotify, y centrando su atención en proyectos tecnológicos europeos de alto riesgo. Con 1 000 millones de euros (1 180 millones de dólares) ya destinados a inversiones en inteligencia artificial, sanidad y defensa, Ek se posiciona como el próximo gran evangelista tecnológico de Europa. Pero para los músicos, su marcha se siente menos como un progreso y más como una justicia poética.


Un legado construido a costa de los artistas


Seamos claros: Spotify no existiría sin los artistas, compositores y productores que llenan sus interminables listas de reproducción. Sin embargo, durante años, Ek ha tratado su trabajo como una mercancía: intercambiable, desechable y por la que apenas vale la pena pagar. Su infame comentario de 2023, "el coste de crear contenido es casi cero", captó a la perfección esa actitud.


La reacción fue instantánea y brutal. La artista nominada al Grammy, Cheryl B. Engelhardt, contraatacó, explicando los verdaderos costes de equipo, formación y tiempo que se invierten en la creación musical profesional. Simone Marie Butler, de Primal Scream, lo resumió sin rodeos, llamando a Ek un "multimillonario desfasado".


Posteriormente, Ek calificó el comentario de "torpe". Pero para un director ejecutivo que construyó un imperio multimillonario con el trabajo de los artistas, pagándoles fracciones de un céntimo por reproducción, "torpe" no es suficiente.


Ganancias para Spotify, Céntimos para los Músicos


Los resultados financieros de Spotify para 2024 reflejaron una historia ya conocida: ganancias récord para la compañía, frustración récord para los artistas. A pesar del aumento de los precios de suscripción, los pagos por reproducción de la plataforma siguen siendo insultantemente bajos, a menudo inferiores a una décima de céntimo. Mientras tanto, los altos ejecutivos de Spotify, incluido Ek, se han embolsado sumas exorbitantes mediante la venta de acciones y bonificaciones.


La persistente negativa de la plataforma a reformar su modelo de pagos ha provocado crecientes boicots de artistas y críticas públicas. Sumado al renovado entusiasmo de Ek por la inteligencia artificial y las inversiones en defensa, la marca Spotify se ve cada vez más tóxica, y su misión original de "democratizar la música" parece una broma de mal gusto.


El Próximo Capítulo del Multimillonario


La salida de Ek se siente menos como una renuncia y más como una huida limpia. Ha amasado miles de millones gracias al trabajo de los músicos y ahora usa esa riqueza para financiar la próxima frontera de la tecnología europea. Desde startups de IA hasta proyectos de defensa, sus ambiciones sugieren a un hombre más interesado en el poder que en las personas, más fascinado por los algoritmos que por el arte.


Está por verse si Spotify prosperará sin él. Pero una cosa es segura: el legado de Ek no es innovación, sino explotación. Convirtió la música en datos, a los artistas en partidas individuales y a la creatividad en una métrica. Y ahora, se marcha más rico que nunca, dejando la industria que ayudó a revolucionar aún luchando por su esencia.

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