Fusionando roots folk reggae, paisajes sonoros cinematográficos y frecuencias que alinean los chakras, Eddie Witz y The Most High regresan con una nueva y trascendental versión de "My Island", una secuela espiritual del icónico "Montego Bay" de Jeff Barry.
Mitad meditación reggae, mitad peregrinación sonora, "My Island" traza un camino luminoso desde Kingston hasta Byron Bay, armonizando el soul profundo, ritmos isleños y frecuencias de Solfeggio alineadas con los siete chakras del cuerpo. Este es el nuevo capítulo de Eddie Witz y The Most High: un lanzamiento reimaginado y remasterizado que es más que un sencillo. Es una experiencia sanadora.
Originalmente coescrita por el legendario compositor Jeff Barry, conocido por éxitos atemporales como "Be My Baby", "River Deep – Mountain High" y "Then He Kissed Me", "My Island" nació de una visión compartida: una escapada moderna arraigada en la alegría, el ritmo y el sol. Barry y los productores jamaicanos ganadores del Grammy, Native Wayne y Brian Jobson, cedieron la posta a Witz, encargándole la coproducción, los arreglos y la transformación del tema en una nueva era. Otros trabajos de composición de Jeff Barry incluyen «I Love You», coescrita por Peter Allen e interpretada por la legendaria Olivia Newton-John, y «Chi-Chico-Teek» con Wayne Rooks, que fue un éxito para Johnny Devlin.
El resultado de «My Island» es una propuesta rica y diversa de géneros, con Sly Dunbar (batería), Robbie Lyn (teclados) y Adam Topol (percusión), que cobra vida gracias a la cálida voz, la sensibilidad poética y la presencia espiritual de Witz.
«Para mí, «My Island» no es solo un destino; es una metáfora», afirma Witz. Se trata de desconectarse de las distracciones de la vida moderna y reconectarse con lo realmente valioso. Se trata de vivir el momento, conectar con la naturaleza y compartir el amor y la vida con familiares y amigos. Ese es el verdadero mensaje de esta canción. 'My Island' es una invitación a unirse a mí para celebrar la belleza y la magia de nuestras vidas en la Tierra.
Diagnosticado con el síndrome de Ramsay Hunt, una rara enfermedad neurológica que le causó parálisis total en el lado derecho de la cara, el cuello y la cabeza, Witz se enfrentó a un silencio devastador. A través del bienestar natural, la meditación y un profundo trabajo energético, restauró lentamente sus nervios faciales y recuperó la movilidad completa: un acto de resiliencia y renacimiento que ahora late en cada nota.
Esa promesa se cumple en la versión definitiva de la canción, una mezcla de paisajes sonoros con frecuencias Solfeggio sintonizadas con los chakras raíz, sacro, del plexo solar, del corazón, de la garganta, del tercer ojo y de la coronilla. Diseñada para la meditación, la reflexión y la escucha profunda, esta versión invita a los oyentes a sumergirse en la profundidad y a reconectarse desde dentro.
Grabada en Kingston, Jamaica, Los Ángeles, y ahora reeditada, esta versión definitiva reúne leyendas mundiales, intención espiritual y arte con raíces australianas.
“En el ruido de la vida moderna, perdemos el contacto con las verdades serenas que importan. Esta canción es un camino de regreso a la quietud, al amor, a la armonía que vive en todos nosotros.” — Eddie Witz


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