La audaz propuesta de Live Nation: Límites al precio de las entradas secundarias y control de los artistas en medio de la presión antimonopolio del Departamento de Justicia
Ante la intensificación del escrutinio federal, Live Nation está adoptando un enfoque proactivo, algunos dirían estratégico, para aliviar la presión de los reguladores estadounidenses. Con la inminente demanda antimonopolio del Departamento de Justicia y la reacción pública en su punto álgido, la empresa matriz de Ticketmaster ha presentado una nueva propuesta destinada a reestructurar el mercado de venta de entradas secundarias.
Según Variety, Live Nation ha preparado un paquete completo de materiales para el Departamento de Justicia (DOJ), la Comisión Federal de Comercio (FTC) y miembros de la administración Trump. Entre sus sugerencias más destacadas se encuentran un límite del 20% en los precios de las entradas de reventa y un mayor control de los artistas sobre la venta de entradas secundarias.
¿Por qué ahora?
Live Nation está luchando en múltiples frentes legales y regulatorios. La acción antimonopolio del DOJ, que se remonta a la administración anterior, se ha convertido en uno de los casos más comentados del entretenimiento en vivo. Mientras tanto, la FTC y el Departamento de Justicia concluyeron recientemente un período de comentarios públicos derivado de una orden ejecutiva de marzo que exige medidas enérgicas contra las prácticas de venta de entradas injustas y anticompetitivas. Se recibieron miles de solicitudes, muchas de ellas con fuertes críticas a Ticketmaster y su dominio sobre la distribución de entradas.
A esto se suma una investigación del Congreso sobre las operaciones de venta de entradas deportivas de Live Nation, rumores de una posible investigación antimonopolio penal y una creciente presión de los reguladores internacionales, donde el caso estadounidense se cita como precedente.
En otras palabras, Live Nation está combatiendo incendios en varios continentes. El momento de esta propuesta política no es casualidad.
¿Un giro estratégico?
La propuesta de un límite de reventa del 20% representa un giro sorprendente, especialmente viniendo de una empresa tan a menudo acusada de fomentar la inflación de precios mediante precios dinámicos y acuerdos de reventa exclusivos. Sin embargo, podría ser una astuta maniobra política, que posiciona a Live Nation como parte de la solución en lugar de la raíz del problema.
La compañía también apoya una mayor aplicación de la Ley BOTS, que combate la reventa automatizada, y se hace eco de los llamamientos de competidores y legisladores para intensificar los procesos judiciales bajo esta ley. Si bien leyes como la Ley "Primero los Fans", de carácter bipartidista, buscan reforzar estas protecciones, aún no han sido aprobadas por el comité.
Además, en una decisión que causó sorpresa, Live Nation incorporó al exembajador estadounidense Richard Grenell a su junta directiva en mayo, seguido de un compromiso de mil millones de dólares en junio para construir 18 nuevos recintos en todo el país. Estos gestos parecen diseñados para generar buena voluntad e influir en las políticas en un momento de gran presión.
Qué significa esto para la industria
Si se aceptan e implementan, las propuestas de Live Nation afectarían no solo a Ticketmaster, sino también a una amplia gama de plataformas de reventa, como StubHub, SeatGeek, Vivid Seats y TickPick. Si bien algunos consideran que el límite del precio de reventa es una ventaja para los consumidores, otros se muestran escépticos sobre cómo se aplicaría o si simplemente podría llevar la reventa a la clandestinidad.
Además, otorgar a los artistas mayor autoridad sobre la reventa de sus entradas podría tener un impacto en la economía de las giras, las relaciones entre promotores y artistas, y la forma en que los recintos fijan los precios en el futuro.
Curiosamente, si bien se ha hablado mucho de los "precios todo incluido" (donde las tarifas se muestran por adelantado), algunos creen que en realidad está ayudando a Ticketmaster a capear las críticas mejor que sus competidores. No está claro si esto mismo ocurriría si un límite de reventa se convierte en una práctica habitual.
En resumen
Las últimas maniobras de Live Nation parecen ser un esfuerzo calculado para suavizar las consecuencias regulatorias y potencialmente influir en cómo se definirá su aplicación en los próximos años. Queda por ver si este cambio de tono convencerá a los reguladores escépticos.
Pero una cosa está clara: con el deterioro de la opinión pública, la observación política y la competencia rondando, Live Nation sabe que las reglas del juego están cambiando y quiere tener voz y voto en su redacción.

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