Salt-N-Pepa demanda a Universal Music por la propiedad de las grabaciones maestras

 

Salt-N-Pepa vs. Universal Music: La batalla por sus masters


Los íconos del hip-hop Salt-N-Pepa han dado un paso audaz para reclamar su legado y sus derechos al presentar una demanda contra Universal Music Group (UMG). En una demanda presentada el 19 de mayo ante un Tribunal de Distrito de EE. UU. en Nueva York, Cheryl James y Sandra Denton (también conocidas como Salt-N-Pepa) acusaron a UMG de bloquear sus esfuerzos por recuperar la propiedad de sus masters, incluyendo éxitos que encabezaron las listas de éxitos como Push It, Shoop y Let's Talk About Sex.


El núcleo de la disputa es la Sección 203 de la Ley de Derechos de Autor de EE. UU., que permite a los artistas rescindir las concesiones previas de derechos sobre su obra después de 35 años. En 2022, Salt-N-Pepa notificó a UMG la rescisión correspondiente, buscando recuperar el control total de la música que forjó sus carreras y contribuyó a definir una era del hip-hop.


Sin embargo, según la demanda, UMG se niega a reconocer dichos derechos de rescisión. El sello argumenta que las grabaciones originales eran "obras realizadas por encargo", una designación legal que anularía la capacidad de los artistas para reclamar la propiedad. Salt-N-Pepa afirma que esto no solo es incorrecto, sino también una táctica de mano dura que prioriza los intereses financieros de UMG sobre los derechos de los creadores.


Quizás lo más polémico es que el grupo alega que UMG tomó represalias retirando su música de las plataformas de streaming en mayo de 2024, lo que en la práctica privó de ingresos y visibilidad a un catálogo que sigue generando millones de dólares al año, a pesar de su limitada promoción reciente.


“La medida punitiva de UMG… significa que a los demandantes no solo se les negaron sus derechos… sino que también se perdieron regalías sustanciales…”, afirma la demanda, señalando que solo en los últimos cinco meses, el catálogo de Salt-N-Pepa generó aproximadamente un millón de dólares en licencias de sincronización (utilizadas en cine, televisión y publicidad). Según se informa, el catálogo en su conjunto genera decenas de millones de dólares al año.


En abril de 2025, tras repetidos intentos por resolver el problema, Salt-N-Pepa rescindió oficialmente sus acuerdos de la Sección 203 con UMG, alegando que el sello estaba obstaculizando su derecho legal de propiedad. El equipo legal del dúo afirma que la compañía está "castigando efectivamente" a los artistas por hacer valer sus derechos, impidiéndoles lucrarse con la música que crearon.


Este caso no se limita a un grupo legendario, sino que refleja una batalla más amplia por los derechos de los artistas en la era del streaming. A medida que más músicos se acercan a los 35 años desde el lanzamiento de su obra, los desafíos legales como este podrían volverse más comunes. Por ahora, todas las miradas están puestas en Salt-N-Pepa, que lucha no solo por sus masters, sino también por el control de su legado.


Manténganse al tanto de las novedades sobre esta historia en desarrollo y la conversación más amplia sobre la propiedad artística en la industria musical.

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