Las exportaciones de música del Reino Unido alcanzan un nivel récord, pero los artistas emergentes son escasos

 



El auge de la industria musical británica: una era dorada para el pasado, un desafío para el futuro


El Reino Unido ha sido durante mucho tiempo una piedra angular de la música mundial, marcando tendencias y dando origen a artistas legendarios que han dejado una marca indeleble en la cultura popular. Desde The Beatles hasta Adele, los artistas británicos han dominado tradicionalmente las listas internacionales. Sin embargo, si bien la industria musical británica está prosperando financieramente, ha surgido un cambio preocupante: los artistas tradicionales están experimentando un éxito sin precedentes, mientras que los nuevos talentos luchan por lograr el mismo impacto global.


Las cifras detrás del auge


Según el último informe anual de UK Music, la industria musical británica está experimentando un crecimiento financiero impresionante. Los ingresos por música grabada en 2023, que abarcan streaming, formatos digitales y ventas físicas, alcanzaron los 1.300 millones de libras esterlinas, un aumento respecto de los 1.100 millones de libras esterlinas de 2022. El empleo en el sector también creció un 3% y los ingresos por exportación de música alcanzaron un récord de 4.600 millones de libras esterlinas, lo que supone un aumento del 15%.


A pesar de estas cifras positivas, los artistas británicos están significativamente menos presentes en las listas mundiales en comparación con hace una década. En 2015, superestrellas británicas como Ed Sheeran, One Direction, Coldplay y Sam Smith conformaban la mitad de los diez mejores artistas del mundo. Avanzamos hasta 2025 y solo cinco artistas británicos han llegado a las listas mundiales. Entre ellos, solo uno, Lola Young, ha entrado en el Top Ten de Spotify.


Esta ausencia es sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta el momento cultural que han tenido los artistas británicos en los últimos años. Por ejemplo, BRAT, aclamado por la crítica, de Charli XCX y su álbum de remixes Brat and it’s fully different but also still brat dominaron el discurso en las redes sociales. Sin embargo, a pesar de su enorme popularidad, no logró alcanzar el nivel de números de streaming globales que muchos esperaban. El único éxito número uno mundial verdadero del Reino Unido de 2024 provino de un remix de Guess con Billie Eilish, una artista estadounidense.


Cuatro meses después, el clásico de 1984 de WHAM!, Last Christmas, también subió al puesto número uno. Pero, aunque su resurgimiento navideño fue significativo, subrayó una tendencia en curso: las exportaciones musicales del Reino Unido se sustentan en artistas tradicionales en lugar de talentos nuevos.


¿Por qué prosperan los artistas tradicionales?


El Reino Unido alguna vez fue conocido por defender a los nuevos artistas, a menudo descubiertos a través de emisoras influyentes como BBC Radio 1. Sin embargo, a medida que la era digital ha cambiado los hábitos de consumo de música, los guardianes tradicionales han perdido su influencia. Sin un equivalente moderno del alcance de BBC Radio, dar a conocer a los nuevos artistas a una audiencia global se ha vuelto más difícil.


En cambio, los artistas tradicionales siguen prosperando. La demanda de experiencias alimentadas por la nostalgia se ha disparado, como lo demuestra la abrumadora respuesta a la gira de reunión de Oasis. En agosto de 2024, casi 14 millones de personas invadieron Ticketmaster con la esperanza de conseguir una de las 1,4 millones de entradas disponibles para la gira de 38 espectáculos de la banda. Se estima que la gira, que se extenderá de julio a noviembre de 2025, generará alrededor de £400 millones. De manera similar, la residencia ABBA Voyage en Londres, que presenta avatares digitales de los íconos suecos junto con una banda en vivo, continúa recaudando unos impresionantes £1,6 millones por semana.


Esta dependencia sostenida de los artistas tradicionales es una anomalía de la industria. El contraste entre el Reino Unido y los EE. UU. es sorprendente: mientras que las listas de éxitos musicales del Top 50 del Reino Unido incluyen 14 artistas tradicionales, los EE. UU. tienen solo uno: Michael Jackson. Si bien los artistas tradicionales británicos siguen siendo superestrellas globales mucho después de sus años de apogeo, los artistas más nuevos luchan por alcanzar una longevidad similar.


El futuro de la música del Reino Unido


Si bien el dominio de los artistas tradicionales es actualmente una victoria financiera para la industria musical del Reino Unido, plantea preguntas sobre el futuro. Si los artistas emergentes no pueden ingresar a la corriente principal global al mismo ritmo que sus predecesores, la industria puede enfrentar un problema de sostenibilidad a largo plazo. Sin una nueva ola de superestrellas internacionales, el crecimiento financiero actual podría desacelerarse una vez que la actual camada de artistas tradicionales pierda prominencia.


Para que el Reino Unido mantenga su posición como potencia musical mundial, es esencial un enfoque renovado en el fomento y la exportación de nuevos talentos. Ya sea a través de estrategias de marketing innovadoras, una mayor inversión en el desarrollo de artistas o un cambio en la forma de promover la música en la era del streaming, la industria debe evolucionar. De lo contrario, la era dorada de los artistas tradicionales del Reino Unido podría dar paso algún día a una preocupante sequía de influencia global.

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