Trescientas cuarenta y seis personas murieron en dos accidentes aéreos en Indonesia y Etiopía, con cinco meses de diferencia. De eso hace poco más de cinco años. Los aviones eran ambos Boeing 737 Max 8.
Luego, en enero de 2024, un avión 737 Max 9 de Alaska Airlines casi se estrella cuando se soltó el tapón de una puerta a 16.000 pies, poco después de despegar de Portland, Oregón. El primer informe de los inspectores de accidentes de EE. UU. decía que al panel de la puerta que se desprendió del Max 9 le faltaban cuatro pernos de llave.
El Departamento de Justicia está investigando ahora el suceso de Alaska Airlines como un posible delito. La Administración Federal de Aviación también dijo que su auditoría del proceso de producción del 737 Max de Boeing y Spirit AeroSystem encontró problemas con el control de calidad. La FAA ha dicho a Boeing que no podrá aumentar la producción hasta que esté satisfecho con la calidad de su trabajo.
Desde el accidente del tapón de la puerta, Boeing ha realizado muchos cambios en su dirección. Esto ha provocado más retrasos en la entrega de nuevos aviones y enojo entre los jefes de algunas de las aerolíneas más importantes de Boeing.
Antes de renunciar a fines del mes pasado, Dave Calhoun dijo que dejaría el cargo a fines de 2024. Se convirtió en director ejecutivo a principios de 2020 para ayudar a la compañía a superar el problema del Max después de los dos accidentes fatales. Además, Boeing cambió de presidente y de líder de su importante unidad de aviones comerciales.
CNBC analiza lo que sucedió con el 737 Max de Boeing y qué hará en el futuro el avión más vendido de la compañía.